Es costumbre pensar que las personalidades fuertes resuelven problemas y las débiles los abandonan. De hecho, no todo es tan sencillo. A veces, la capacidad de evitar problemas ahorra vitalidad y recursos.
Instrucciones
Paso 1
Determina el tipo de problema que puedes evitar. Hay problemas que deben abordarse. Es decir, ve a conocerlos y elimínalos con valentía. Estos incluyen serios conflictos emocionales con un cónyuge o compañeros de trabajo, problemas de salud y financieros. Todo esto debe poder mantener al menos el nivel mínimo permitido. La mayoría de los demás problemas se pueden ignorar fácilmente.
Paso 2
Busque formas constructivas de evitar problemas. Explora todas tus aficiones y elige las más seguras para tu salud. Por ejemplo, ir a un juego de computadora o ver programas de televisión es mucho más seguro que la adicción al alcohol. Y si ves en ti el deseo de distraerte por todos los medios, elige algo que sea lo más seguro.
Paso 3
Crea un espacio privado donde puedas alejarte de los problemas. Incluso un hombre de familia necesita un poco de vida personal que sea inaccesible para padres, cónyuge o hijos. Ese espacio personal te permite sobrevivir a tormentas frívolas en una relación. Por ejemplo, un esposo que va a pescar a la primera señal de conflicto con una esposa con síndrome premenstrual actúa con prudencia.
Paso 4
Descanse un poco a tiempo. A menudo, el exceso de trabajo y el estrés por sí solos generan problemas donde no existen. En tal situación, renunciar a todo, ir al mar y apagar el teléfono es una decisión muy acertada. Una forma menos dramática de cambiar la escena puede ser un teatro, un spa o un club nocturno. No olvide mimarse, y muchos problemas desaparecerán por sí solos.