A menudo hay situaciones en las que se requiere de nosotros la máxima concentración de pensamiento. También sucede que nos enfrentamos a un problema tan complejo que una simple enumeración de opciones no puede resolverlo. Es necesario entrenar el poder del pensamiento para poder afrontar cualquier tarea, incluso la más difícil.
Instrucciones
Paso 1
En primer lugar, formule su problema aquí y ahora. Formúlelo como una pregunta y una pregunta abierta. Trate de que sea lo más breve posible, pero conciso, sin palabras de limitación. Escríbalo en una hoja de papel.
Paso 2
Formule la meta que desea alcanzar. No se deje llevar por la descripción, intente, de la misma manera que formó el problema, formar brevemente el resultado deseado. Escríbalo en papel.
Paso 3
Concéntrese en estas dos notas. Imagine la distancia entre ellos en forma de pasos que deben marcarse. Para hacer esto, debe deducir los pasos que están garantizados que lo llevarán del problema a la solución. La escritura en papel se hace para que puedas formular tanto el problema como la forma deseada de resolverlo con mayor claridad.
Paso 4
¿Por qué es tan importante ser breve sobre el problema y el propósito? El caso es que con la complicación del diseño de la meta y el problema, tu mente se distraerá con las definiciones engorrosas, con la sencillez de la percepción de la meta, que encaja en una imagen coherente, todas las fuerzas del pensamiento centrarse en resolver el problema.
Paso 5
Practique con regularidad para que pueda formarse un problema, una meta y encontrar soluciones sin usar papel y bolígrafo.