Librar nuestra mente de los pensamientos obsesivos que nos acechan es bastante difícil. Sin embargo, es muy importante para el funcionamiento normal y el sueño saludable aprender a liberar rápida y correctamente su conciencia. Para hacer esto, use algunos de los métodos psicológicos recomendados por los principales psicólogos.
Instrucciones
Paso 1
Primero, para despejar su mente, necesita identificar la fuente de ansiedad que lo irrita, lo que obliga a todos los pensamientos a girar constantemente en un círculo. Entonces necesita estar aislado. El hecho es que cuando estás ocupado con algo, es posible que ni siquiera notes que tus pensamientos están envenenados por la presencia de algún problema. Sin embargo, tan pronto como esté a solas consigo mismo, tratando de conciliar el sueño o realizando actividades monótonas, este problema flotará inmediatamente a la superficie de la conciencia. No intentes simplemente descartar los pensamientos obsesivos, ya que esto solo te ayudará a deshacerte de ellos por un corto tiempo. Identifique la fuente misma que causa la alteración en la actividad mental e intente localizarla.
Paso 2
Puede deshacerse de la causa del problema sacándolo a relucir. Es decir, no intentes guardar todos los pensamientos en ti mismo, contarle a un sacerdote, a un psicólogo o simplemente a un ser querido sobre el problema que te roe. También puede describir el problema en detalle en papel, que luego incinera. En la mayoría de los casos, esto ayuda. Todo depende del caso específico y la profundidad de la confusión mental.
Paso 3
Para consolidar el resultado positivo que recibió de los dos primeros pasos, debe finalmente restaurar la paz en su pequeño universo. Para hacer esto, intente hacer algo bueno. La opción ideal es hacer una buena acción, que es exactamente lo contrario de la mala acción que te preocupa tanto. Desafortunadamente, esto no siempre es posible, pero su buena acción, en cualquier caso, debería traer satisfacción moral.
Paso 4
Finalmente, para trazar completamente la línea debajo de todos los pasos anteriores, lávese las manos con agua y jabón. Sí, sí … ¿Te acuerdas de Poncio Pilato, quien, después de su famosa sentencia a Jesús, simplemente se lavó las manos? Este tipo de ritual tiene un momento psicológico muy importante. La evidencia de la investigación sugiere que la limpieza física de las manos alivia las consecuencias de un comportamiento poco ético y reduce la amenaza moral externa a su mente.