¿Cómo Se Puede Ayudar A Un Niño Hiperactivo?

¿Cómo Se Puede Ayudar A Un Niño Hiperactivo?
¿Cómo Se Puede Ayudar A Un Niño Hiperactivo?
Anonim

¿Si su hijo ha sido diagnosticado con TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad)? No se desesperen. Si sigue unos sencillos consejos, podrá ayudarlo a afrontar los síntomas desagradables.

¿Cómo se puede ayudar a un niño hiperactivo?
¿Cómo se puede ayudar a un niño hiperactivo?

La hiperactividad se produce como resultado de un traumatismo de nacimiento o enfermedades infecciosas graves en la infancia. Pero no se puede hacer un diagnóstico antes de los cuatro o cinco años, si este comportamiento se ha observado durante seis meses.

Los principales síntomas de hiperactividad son:

- mayor movilidad;

- problemas de concentración, errores ridículos, olvidos;

- falta de voluntad para hacer los deberes, seguir instrucciones de los adultos;

- impulsividad, irritabilidad;

- locuacidad.

La razón del comportamiento insoportable y la falta de atención es especialmente el desarrollo del sistema nervioso del niño. El castigo y el abuso no ayudarán aquí. Los niños hiperactivos ya tienen dificultades para vivir: todo se les cae de las manos, los adultos están constantemente descontentos con ellos y es imposible encontrar un lenguaje común con sus compañeros. Lo mejor que puede hacer por su pequeño es organizar su vida de tal manera que se minimicen los síntomas del síndrome.

Ayude a su hijo a creer en sí mismo. En lugar de sermonear, señale sus cualidades y fortalezas positivas. Hágale saber sobre la existencia de recursos internos y trate de desarrollarlos.

Organiza tu espacio de trabajo y tu rutina diaria. La elaboración de un plan, "recordatorios", una lista de tareas pendientes ayudará a organizar el caos interno y hacer frente al olvido.

No abrume a su niño pequeño con tareas difíciles. Esto puede disuadirlo por completo de aprender y ayudar con las tareas del hogar. Tome descansos cada 15-20 minutos.

No limite la vida de su hijo a un conjunto de reglas estrictas para todas las ocasiones. Dale un poco de libertad. Cuantas más inhibiciones, más ganas tiene la marimacho de hacer todo en tu contra.

En su educación, trate de usar una zanahoria, no un palo. En lugar de amenazar con castigar, ofrezca recompensas por su buen comportamiento. Por ejemplo, "si aprendes bien el poema, iremos al cine por la noche".

Un inquieto no necesita esforzarse por sentarse en un solo lugar. Al contrario, dé rienda suelta a su energía incontenible. Envíelo a la sección de deportes, haga ejercicios conjuntos por la mañana, vaya de excursión, juegue juegos al aire libre.

Los niños hiperactivos mantienen aburridos a sus padres y educadores. Pero si muestra un poco de sensibilidad y paciencia, definitivamente verá el resultado.

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