La crítica es como el arte si se sabe utilizarla correctamente, porque está pensada para mejorar nuestra vida. Lamentablemente, no todo el mundo sabe valorar objetivamente las acciones de otras personas, esto hace que las críticas en boca de algunas personas no se vean como una conversación constructiva, sino como un insulto a una persona.
Lo más importante que debe recordar el crítico es que es necesario hablar no en general, sino en el caso. Sin embargo, incluso en este caso, no hay garantía de que las críticas se perciban objetivamente. Si no solo desea regañar a una persona, sino también transmitirle sus pensamientos e ideas, debe recordar algunas reglas en tales conversaciones:
Lo principal es recordar el propósito de la conversación, el resultado que se quiere lograr y formular expresiones en función de ello. Por ejemplo, si necesita que el trabajo se haga con urgencia, esto es una cosa, pero si desea que la calidad del trabajo sea mayor, esta es otra.
La crítica "correcta" no solo señala errores, el crítico debe sugerir posibles salidas a la situación. Por tanto, sería incorrecto construir una conversación en el tono de un discurso acusatorio. Quizás valga la pena preguntarse qué piensa el propio delincuente al respecto.
Sus comentarios no deben comenzar con las palabras "usted" o "usted", porque estas frases son inicialmente acusatorias. Es mejor decir "yo pienso" o "yo pienso". Por ejemplo, si una persona no hizo frente a una parte de la tarea, entonces no debe decir que no hizo frente a la tarea. Peor aún, falló en la misión. Podemos decir que, en su opinión, no se las arregló del todo con este trabajo. El oponente tomará estas palabras con mucha más calma y será posible continuar el diálogo con él de manera constructiva.
Durante el "debriefing" no debe generalizar; diga frases como "siempre haces esto", "haces esto todo el tiempo". Es mejor decir "en este caso, lo hiciste". Y di cuál es la esencia del error humano. Es decir, lo mejor es considerar la situación específica y no las cualidades de la persona.
No elogie a unos para menospreciar a otros. Frases como “incluso una vieja estúpida sabe eso” o “cualquier niño en edad preescolar entiende más que tú” o “incluso una señora de la limpieza gana más”, humilla a una persona. Al mismo tiempo, no solo no se logrará el propósito de la conversación. Una persona puede sentirse ofendida, encerrarse en sí misma y, como resultado, puede tener muchos complejos. Esto es especialmente cierto para los niños.