Hay personas que están muy dedicadas a su trabajo. Están dispuestos a dedicar la mayor parte de su tiempo al trabajo y diversas actividades. Como regla general, a estas personas se les asigna el título de adicto al trabajo. Y rara vez alguien piensa que la adicción al trabajo excesiva puede afectar gravemente tanto a la salud como a la vida en general.
Varios psicólogos opinan que la adicción al trabajo es un problema real y significativo, especialmente relevante en nuestro tiempo. Si una persona se dedica a su profesión y está feliz de hacer el trabajo que eligió, no hay nada de qué preocuparse. Sin embargo, cuando el fanatismo en relación con los negocios y las tareas se vuelve abrumador, este enfoque en el trabajo comienza a afectar negativamente a la persona misma. En última instancia, esto puede convertirse en consecuencias desagradables, algunas de las cuales no podrá hacer frente por su cuenta, tendrá que buscar la ayuda de los especialistas adecuados. ¿Qué puede ser perjudicial para la adicción al trabajo?
Consecuencias peligrosas de la adicción al trabajo
- Interrupción de las conexiones sociales. Una persona que está total y completamente enfocada exclusivamente en su trabajo, en los intentos de desarrollar una carrera, se aleja de sus amigos y familiares. Comienza a vivir en la oficina, mientras que no siempre en el equipo de empleados se desarrollan relaciones realmente informales y amistosas. En última instancia, en un momento dado, un adicto al trabajo puede enfrentar la soledad, dificultades para comunicarse con otras personas. En casos especialmente críticos, puede desarrollarse el llamado autismo social. Esto se entiende como la completa cercanía de una persona del mundo exterior, su negativa a interactuar con amigos y conocidos.
- Problemas profesionales. Parecería que si un individuo trabaja activamente, dedica mucho de su tiempo al trabajo, ¿cómo se pueden desarrollar los problemas con una carrera? Sin embargo, muy a menudo los adictos al trabajo no ascenderán en la escala profesional, sino que caerán aplastados. El hecho es que, trabajando por desgaste, olvidándose del descanso, sin distraerse con nada, una persona pierde forma gradualmente. Su concentración de atención disminuye, su memoria comienza a sufrir, surgen problemas con la creatividad. En algún momento, incluso las tareas básicas y sencillas pueden resultar demasiado difíciles. Esto conllevará el descontento con las autoridades y, en casos especialmente desagradables, la pérdida del cargo, el despido completo. Como regla general, al verse privado de su trabajo habitual, un adicto al trabajo puede caer no solo en la apatía, sino en una depresión muy real. Y aquí ya no será posible prescindir del contacto con un psicoterapeuta.
- Agotamiento emocional. Debido al estrés constante, el cuerpo se desgasta, el sistema nervioso comienza a funcionar incorrectamente. Poco a poco, en el contexto de la adicción al trabajo, se desarrolla el agotamiento emocional, que se acompaña de síntomas fisiológicos (por ejemplo, insomnio o fatiga severa constante) y manifestaciones psicológicas (una persona se vuelve irritable, nerviosa, ansiosa). Si el agotamiento emocional es muy fuerte, entonces un simple descanso en un par de días no funcionará para restaurar su cuerpo.
- Deformación profesional. Este problema suele causar malestar, en primer lugar, al propio adicto al trabajo. Sin embargo, las conexiones con otras personas pueden verse afectadas por esto.
- Detener el desarrollo. Las consecuencias de la adicción al trabajo están impresas muy vívidamente en el crecimiento personal, en el autodesarrollo. Por un lado, una persona inmersa en el trabajo simplemente no encuentra la fuerza, el tiempo ni la oportunidad para participar en el desarrollo de su personalidad. Por otro lado, un adicto al trabajo puede, en principio, carecer de tal necesidad.
- Incapacidad para descansar. Concentrándose constantemente en el trabajo, dedicándose por completo a los negocios y las tareas, una persona olvida gradualmente cómo descansar y relajarse adecuadamente. Por lo tanto, en momentos de calma y silencio, cuando existe la oportunidad de tomar un descanso, un adicto al trabajo puede experimentar sentimientos negativos agudos. Esto puede convertirse no solo en un estado de ánimo depresivo, sino también en una tendencia a hábitos adictivos y peligrosos. Además, al privarse del descanso, gradualmente una persona, en principio, pierde la capacidad de relajarse cualitativamente, lo que invariablemente afecta negativamente el estado general de salud. En el contexto de la adicción al trabajo, pueden desarrollarse diversas patologías graves, que a menudo se convierten en enfermedades crónicas.