Muy a menudo olvidamos que el Año Nuevo no es solo el comienzo de un nuevo período, sino también el final del anterior. Sabemos entusiasmarnos y ponernos manos a la obra, sabemos soñar o planificar, pero resumir, analizar los errores, vivir los fracasos no es tan fácil para nosotros. Las pérdidas, el estrés, la tristeza del año pasado permanecen en algún lugar “debajo de la alfombra” de nuestra conciencia y continúan afectándonos.
Resumir el año saliente
Incluso si le parece que el año pasado no trajo ningún cambio significativo, tómese el tiempo para hacer un balance. Hay muchos formatos y ejercicios, el más popular es quizás la "rueda de las esferas de la vida". Dibuja un círculo en una hoja grande de papel, divídelo en segmentos (familia, finanzas, trabajo, creatividad, salud, deportes, etc.) y para cada uno de ellos recuerda los eventos más importantes del año, escribe lo aprendido en este ámbito, lo que hiciste y lo que no, lo feliz que eres, lo que podrías haber hecho de otra manera, qué cualidades tuyas te llevaron al éxito, que te obstaculizaron.
Los resultados del año ayudan no solo a ordenar todo lo que hay en las estanterías, sino a cerrar este período, a dejar en el pasado todo lo que llega detrás de nosotros y nos saca fuerzas.
No te hagas promesas de Año Nuevo
Después de los consejos de resumen, sería lógico aconsejarle que establezca metas para el próximo año. Pero sorpresa: no es tan simple. Si planifica el año con regularidad y esta es una práctica de rutina para usted, ¿por qué no? Pero si eres de los que van a empezar a correr, aprender inglés y dejar de fumar a partir del 1 de enero o el próximo lunes no merece la pena. Estas promesas generalmente no se hacen realidad porque las hacemos con el entusiasmo de Año Nuevo, y esta práctica está muy lejos de la planificación táctica racional. Entonces esas promesas se convierten en solo un sentimiento de culpa.
Por lo tanto, si desea planificar un año, determinar los objetivos y el camino hacia ellos, hágalo, por ejemplo, el jueves 17 de enero, ¿qué es un mal día? Y el día de Año Nuevo, permítase un descanso y descanso.
Conviértete en Santa Claus para ti y tu familia
A menudo, los recuerdos de la infancia están llenos de la sensación de un cuento de hadas de Año Nuevo, pero en la infancia no pensamos que este cuento de hadas no surge por sí solo, alguien lo crea. Una vez que lo hicieron nuestros padres, ahora podemos crearlo nosotros mismos. Hay muchos obstáculos ocultos aquí: no siempre sabemos hacer algo por nosotros mismos, a veces nos inclinamos más a esperar una invitación o atención de los demás. En cualquier caso, intente hacer una lista de cosas que sean agradables solo para usted (nuevas decoraciones para el árbol de Navidad, platos, una actuación o un museo, sus platos favoritos, ropa de fiesta o simplemente una velada con velas y un libro) - y hazte un regalo o organiza una sorpresa para tus amigos. La alegría de otras personas, su reacción sincera y sus amables palabras siempre dan fuerza.
Déjate llevar por el ambiente festivo
Si no estás de humor para nada festivo, tienes que ir tras él. La probabilidad de que la festividad se infiltre en su hogar a través de puertas y ventanas cerradas es bastante baja. Vaya a ferias navideñas, compras, calles nocturnas o parques cubiertos de nieve. Trate de no resistir el ajetreo festivo y el bullicio que se desata a su alrededor. No la rechaces, no te preocupes, simplemente observa de forma relajada y te cautivará también.
Monitorear la calidad de la comunicación
Curiosamente, el sentimiento de soledad se trata no solo por las relaciones estrechas y profundas, sino también por los contactos cotidianos con las personas, siempre que hayamos apagado el "piloto automático" y estemos realmente presentes en el momento de la comunicación. El contacto visual con otras personas es muy importante: la reacción al contacto visual está cosida fisiológicamente en nuestro cerebro. Por lo tanto, intente mirar a los ojos a los vendedores, a los transeúntes, a las personas que conoce en la oficina: sonría y deséele unas buenas vacaciones de verdad y no automáticamente. Unos segundos de interacción humana sincera pueden cambiar radicalmente nuestro estado de ánimo.
Reducir las expectativas de las vacaciones
Los sentimientos de satisfacción no son absolutos, son simplemente el contraste entre nuestras expectativas y nuestra realidad. Si tienes la opinión de que las vacaciones de Año Nuevo deben ser perfectas, que esto es sumamente importante, porque “a medida que te encuentres, lo gastarás”, trata de mirar estas ideas con cierta criticidad. Un poco de improvisación y apertura a sorpresas y cambios es una parte esencial del estado de ánimo de Año Nuevo.