El alcohol, incluso en cantidades mínimas, tiene un efecto definitivo sobre el comportamiento humano. Existe un estereotipo de que debe aparecer el coraje, la emancipación o la agresión. Sin embargo, esto no es del todo cierto. De hecho, las sustancias contenidas en el alcohol pueden causar no solo diversión o arrogancia, sino también melancolía y depresión.
Causas del coraje
La mayoría de las personas que beben alcohol cambian drásticamente su comportamiento. Parece que no tienen absolutamente ningún sentido del miedo. Por eso son muy habituales las peleas de borrachos. Incluso un evento menor puede causar agresión.
Los especialistas identifican varias categorías de ciudadanos que pertenecen a una zona de especial riesgo. La agresión se da principalmente en alcohólicos crónicos, en personas que padecen determinadas enfermedades mentales y en aquellas que han estado deprimidas durante mucho tiempo.
Una situación familiar para muchos cuando, después de beber alcohol, es difícil recordar los eventos que sucedieron es una enfermedad grave, que en medicina se llama enfermedad de Korsakov.
El alcohol que ingresa al cuerpo humano durante un corto período de tiempo se propaga desde el estómago por todo el cuerpo, mientras ingresa al cerebro y tiene un efecto adverso en el sistema nervioso central. Los expertos han demostrado que cuando se consumen 100 g de una bebida alcohólica, varios miles de células nerviosas mueren. Con una intoxicación severa, el cerebro humano disminuye gradualmente de tamaño, todos los reflejos y la inteligencia se ven afectados en gran medida. El coraje que acompaña al alcohol es un trastorno mental. El cerebro simplemente no es capaz de "pensar" en acciones, sus consecuencias y evaluar situaciones de manera adecuada.
Los científicos han demostrado que el consumo excesivo de alcohol provoca toxicidad cerebral. Debido a este impacto, se produce una degradación gradual de una persona como persona. La consecuencia de tal proceso puede ser tanto una agresión incontrolada como el deseo de terminar con su vida suicidándose.
Según la leyenda, el dios Deonis primero plantó una vid en el hueso de un pájaro, luego en un león y un burro. El alcohol convierte a una persona primero en un "pájaro gracioso", luego en un "león intrépido" y luego en un "burro estúpido".
Etapas de la exposición humana al alcohol
El comportamiento de una persona bajo la influencia del alcohol ebrio puede cambiar varias veces en un período de tiempo bastante corto. Primero, el vigor y el coraje aparecen en el cuerpo. Esto se debe principalmente a la acción del alcohol etílico. En cantidades mínimas, esta sustancia puede aliviar a una persona de la sensación de fatiga, dolor y dar la llamada ligereza.
En la segunda etapa, los componentes del alcohol penetran en los vasos sanguíneos y comienzan a moverse activamente hacia el cerebro. En este momento, se produce en el cuerpo humano un componente similar a la adrenalina. Este factor se convierte en motivo no solo de valentía, sino también de agresión. Una persona intenta en todos los sentidos estar en el centro de atención, escucha los sonidos con mayor claridad y se encuentra en un estado extremadamente relajado.
La tercera etapa es la protesta. Cualquier comentario o crítica en la dirección de una persona intoxicada, le provoca un ataque de rabia. El cerebro en este momento se encuentra en el llamado estado de hipnosis. El trabajo del sistema nervioso se interrumpe, lo que provoca una falta casi total de sensibilidad.
La etapa final de la exposición al alcohol es la conciencia de sus acciones. Cabe señalar que ese momento rara vez está presente. Depende únicamente de los factores individuales de la vida de una persona.