Dos personas diferentes, dos opiniones diferentes. Por eso tenemos que lidiar con la necesidad de negociar y llegar a un denominador común muy a menudo: en el trabajo, y en casa, e incluso en la calle. La capacidad de compromiso no es un signo de debilidad y falta de determinación, al contrario, es de esta manera que se puede lograr el mejor resultado.
Instrucciones
Paso 1
Evite los extremos. Una vez en una situación de conflicto, cada persona se comporta de manera diferente. Alguien muestra agresión, defiende su opinión y usa cualquier método para convencer al oponente de su propia justicia. Otros, por el contrario, están de acuerdo con el enemigo para evitar un enfrentamiento y aceptan sin cuestionar su punto de vista. El arte del compromiso le ayudará a encontrar el "medio dorado" en cualquier situación. Lo principal es saber comportarse correctamente.
Paso 2
Aproveche el tiempo de espera: si está demasiado estresado, nervioso y no está listo para discutir el tema, es mejor tomar un descanso y reprogramar las negociaciones. Incluso 10 minutos de descanso te ayudarán a relajarte y a ver el problema desde una perspectiva diferente. Además, tendrá la oportunidad de articular más claramente su propia posición. Piense qué puntos son esenciales para usted y qué puede sacrificar. Al establecer prioridades, se sentirá mucho más tranquilo y tendrá más control de la conversación.
Paso 3
No se distraiga. Recuerde que su tarea es llegar a un resultado mutuamente beneficioso con la máxima consideración de sus propios intereses. No debe permitirse disputas prolongadas y, más aún, esforzarse por ofender al interlocutor. Ignore todas las provocaciones de su oponente: hablar en voz alta y resolver la relación no conducirá a ninguna parte. Pero tu calma y ecuanimidad extinguirán rápidamente el ardor del enemigo.
Paso 4
Se Flexible. Escuche atentamente las opciones de la otra parte y esté atento a los argumentos en defensa de la opinión contraria. Busca la opción ideal y recuerda que es en la disputa que nace la verdad. Si existe la oportunidad de ceder renunciando a intereses secundarios, hágalo. Pero defender obstinadamente tu posición es una mala táctica. La capacidad de ver oportunidades ocultas en las propuestas del oponente y convertir cualquier palabra a su favor le permitirá salir del conflicto con dignidad. Y no olvide agradecer a su oponente después de haber encontrado una solución.