El mundo externo se proyecta en nuestra conciencia, pero no es un espejo exacto de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Los científicos han logrado encontrar muchas formas de revelar el engaño de algunos de nuestros sentidos.
Necesario
- - prismáticos
- - 2 sillas y una venda para los ojos
- - 2 mitades de pelotas de tenis de mesa, yeso adhesivo y radio
Instrucciones
Paso 1
Los científicos han demostrado que si miras una pequeña herida con la parte posterior de los binoculares, el dolor disminuirá gradualmente. Esto indica que el grado de sensaciones dolorosas depende de nuestra percepción.
Paso 2
El siguiente método se llama "efecto Pinocho". A una persona le vendan los ojos y se le pide que se ponga una mano en la nariz y la otra en la nariz de una persona de espaldas. Después de un breve proceso de acariciar ambas narices, la primera persona tiene la ilusión de que su nariz ha aumentado de tamaño.
Paso 3
Con la radio sintonizada para detectar interferencias, acuéstese en el sofá y use cinta adhesiva para asegurar la mitad de una pelota de tenis de mesa en cada párpado. Después de unos minutos, comenzará a experimentar alucinaciones reales. Son causados por el hecho de que nuestra conciencia es demasiado dependiente de los estímulos externos, y cuando hay pocos de ellos, nuestro cerebro comienza a inventarlos.
Paso 4
Se obtendrá una experiencia interesante si intenta dibujar el número 6 con el dedo índice y al mismo tiempo comienza a mover la pierna derecha en el sentido de las agujas del reloj. Desafortunadamente, su pierna dejará de obedecerle y comenzará a girar en sentido contrario a las agujas del reloj.
Esta experiencia confirma que la mitad izquierda del cerebro, responsable del ritmo y la sincronización, no puede hacer frente a las dos acciones opuestas del lado derecho de nuestro cuerpo y las combina en una.
Paso 5
Resultó sorprendentemente fácil para los científicos engañar al oído. El caso es que hay un sonido con alta frecuencia que solo escuchan los menores de 20 años. Algunos adolescentes lo usan como tono de llamada para evitar que los adultos escuchen si el teléfono está sonando.