Vivir al lado de un alcohólico es insoportable. Muchos no resisten los escándalos, las palizas y se van. Bueno, tienen derecho a ello. Pero hay quienes no se rinden y están dispuestos a luchar hasta el final con la "serpiente verde" por ser amado.
En primer lugar, es importante comprender que el alcoholismo es una enfermedad crónica asociada con la fermentación alterada, que es responsable del procesamiento del alcohol por parte del cuerpo. En otras palabras, un alcohólico nunca puede beber como una persona sana, al igual que una persona con intolerancia a la lactosa no puede beber leche. El alcoholismo no desaparece por completo, pero puedes lograr una etapa de remisión y hacer esfuerzos para que esta etapa nunca termine.
El tratamiento del alcoholismo se lleva a cabo en dos direcciones principales: medicación y psicoterapéutica. Habiendo suprimido el deseo de beber con medicamentos, es importante mostrarle a una persona lo buena que es la vida sin un "título" y ayudarla a adaptarse a una existencia sobria. A lo largo del tratamiento, un papel importante pertenece a las personas cercanas al alcohólico: padres, cónyuges o hijos adultos.
Di no
En primer lugar, debe averiguar qué no debería estar haciendo:
- Resolver los problemas de un alcohólico: mentir en su trabajo, prestar, distribuir sus deudas, comprar alcohol. Que no confíe en ti. Al encontrarse en una situación difícil, rápidamente tomará una decisión sobre el tratamiento.
- Fuerza para arrastrar a un narcólogo o psiquiatra. Hasta que la decisión sobre la necesidad de terapia aparezca en la propia cabeza del adicto, todos los intentos de tratamiento son en vano. Los pacientes huyen de las clínicas y se emborrachan justo después de la codificación.
- Amenazar con renuncia, divorcio, contactar a la policía y no hacer nada de esto. Si después de la primera promesa asusta, luego de la segunda o tercera vez tus palabras no tienen efecto. Si promete irse, váyase y no regrese hasta que vea que ha comenzado un tratamiento serio.
- Ocultar el problema a amigos y familiares. El silencio te privará de comprensión y ayuda, además de aumentar el número de situaciones incómodas. Si informa sobre la adicción al alcohol, otros lo pensarán antes de ofrecer beber "un vaso" en un banquete familiar.
- Beber delante de un alcohólico y mantener bebidas alcohólicas en la casa. No es difícil adivinar que una botella de vino o vodka provocará asociaciones desagradables y tentaciones no deseadas en una persona enferma. Sea solidario. Es mejor si también abandona por completo el alcohol.
- Agregue medicinas y hierbas a bebidas y alimentos. No olvides que de esta forma puedes envenenar. De ayudante y virtud, puedes convertirte en asesino. No te metas con los métodos populares.
¿Qué hacer?
Cuando un alcohólico está borracho, hablar con él es inútil. Espere el momento en que se detenga, se recupere, salga de la borrachera. Debe convencerlo de que consulte a un especialista que lo ayudará a abstenerse de beber alcohol con medicamentos, así como a realizar psicoterapia.
Si un alcohólico está poco motivado para recibir tratamiento, puede enumerar los peligros de su enfermedad y las pérdidas que sufrirá en el futuro: trabajo, familia, relaciones, respeto, dinero, salud. Además, tienes derecho a darle un ultimátum de que si él no se deshace de la adicción, entonces tomarás medidas extremas.
Ayúdame a encontrar una buena clínica, un buen especialista. Confíe, en primer lugar, en las recomendaciones de conocidos que se han encontrado con un problema similar. Puede buscar de forma independiente la ayuda de un psicoterapeuta que le aconsejará y le dirá cuál es la mejor manera de comportarse en su situación. Además, asegúrese de encontrar el Alcohólicos Anónimos más cercano.
Si su ser querido ya ha comenzado la terapia y no bebe, enfrenta nuevos problemas. Valora con seriedad las pérdidas que le trajo el alcoholismo, ve cómo ha cambiado la actitud de quienes le rodean, se da cuenta de "lo que ha hundido". En este momento, es importante apoyar, fortalecer su autoestima. No se queje del pasado, sino que dirija la atención del paciente a los valores que permanecen, a las perspectivas futuras. Haga planes conjuntos, elogie sus primeros éxitos.
Es importante enseñar al alcohólico cómo pasar su tiempo libre sobrio. Aprenda nuevos pasatiempos, comience un pasatiempo, viaje. Juega juegos de mesa, mira películas interesantes, pinta o escucha música. También puede recordar aquellas actividades que el alcohol ha suplantado. Lo principal es que el paciente tiene la oportunidad de escapar de los pensamientos amargos y del deseo de beber.