Uno de los secretos de las conversaciones exitosas es elegir las frases adecuadas. A menudo, las personas reaccionan de manera inapropiada a las palabras de otras personas solo porque estaban asustadas por las expresiones elegidas por el interlocutor. Es mejor evitar este tipo de errores.
Frases que dan miedo escuchar de sus seres queridos
De los amantes, así como de los padres, ocasionalmente se puede escuchar la frase clásica, pero no menos aterradora: "Tenemos que hablar en serio". Sobre todo, en este caso, las personas tienen miedo a lo desconocido: está claro que se espera una conversación, además, probablemente sobre un tema desagradable, pero se desconoce qué se discutirá exactamente. Una persona comienza a recordar todos sus "pecados", a pensar qué sucedió exactamente, a crear en su imaginación peligros concebibles e inconcebibles que le esperan.
La frase de aspecto inocente “Vamos, ven a mí”, dicha en tono amenazador, tiene un efecto similar. Provoca miedo e incluso pánico, sobre todo si de esta forma el padre o la madre le llama al niño.
La frase "Lo sé todo" o su análogo "¿No quieres decirme nada?" también puede tener un efecto muy fuerte, especialmente cuando se trata de una nota, correo electrónico o SMS, cuando una persona no puede escuchar las entonaciones y ver la expresión en el rostro de su interlocutor. Al escuchar tales palabras de alguien cercano, especialmente de un esposo o esposa, puede caer en un estado de pánico, tratando de adivinar qué se supo exactamente y qué amenaza con aclarar los hechos que la persona quería ocultar.
Un chico o una chica joven a veces puede asustarse seriamente e incluso entrar en pánico por la frase que escuchó de la otra mitad: "Creo que es hora de que conozcas a mis padres". Cuanta menos experiencia tenga una persona en asuntos amorosos, más terribles serán estas palabras para él. Para los hombres que no planean tener hijos, existe, sin embargo, una opción aún más traumática: "Cariño, estoy embarazada".
Frases de pánico
Incluso las personas tranquilas se sienten incómodas cuando se les dice: "No dolerá en absoluto". Una persona menos contenida y equilibrada puede incluso entrar en pánico grave en tal situación. En resumen, no es una buena idea calmar a las personas de esta manera antes de los procedimientos médicos.
Curiosamente, tal frase puede causar pánico incluso si la persona sabe exactamente qué tendrá que experimentar y ya está familiarizado con el procedimiento. En este caso, incluso la falta de profesionalismo del médico comienza a asustarlo.
Para hacer que una persona entre en pánico, a veces es suficiente simplemente elegir un momento en el que está preocupado o molesto por algo y luego decir: "Tengo muy malas noticias para ti". Un efecto especialmente fuerte aparece cuando se dice esta frase a personas que esperan los resultados de algún caso importante para ellos.