En el sentido mundano, la felicidad es la satisfacción de las necesidades de una persona. Las necesidades del cuerpo, ego, alma. Y cada uno de nosotros comienza nuestro viaje desde la infancia con un sueño. Cada uno de nosotros, desde la primera infancia, lleva consigo un conjunto completo de condiciones y modelos estándar sobre lo que debería ser la felicidad.
Pero como adultos nos encontramos completamente infelices, cansados, tristes, personas que sufren. Entonces, ¿qué pasó con nuestro sueño? ¿Dónde están esos ideales de una vida feliz? ¿Por qué es tan difícil encontrar paz y tranquilidad en el corazón? ¿Estar lleno de alegría por la vida? ¿Por qué salimos de la infancia tan felices y fuimos derrotados por la vida?
¡Y hay razones para ello! El caso es que cada uno de nosotros atraviesa la vida solo como un vagabundo encantado. Una persona está hechizada por la vida, su magia. Y todos los días se ve obligado a beber la poción de vida de esta bruja. Está borracho, intoxicado por este veneno y, por supuesto, no ve el camino frente a él. Tropeza, se cae, se levanta y vuelve a caminar. Y así millones de personas deambulan por el mundo, chocando sus frentes entre sí.
Y el problema de una persona es que no busca una salida a esta situación. Y no es culpa suya. Porque no conoce a nadie que haya encontrado una salida a esta serie de pérdidas y al sufrimiento resultante. Él mismo solo pierde: salud, libertad, tiempo, amor, amistad, confianza. Las personas que lo rodean viven de la misma manera. Por lo tanto, el dolor, el aburrimiento, la desesperación se convirtieron en la norma.
Y si te llega un entendimiento de que ya no quieres vivir así. Si eres capaz de ver toda la amargura de la situación actual. Y tienes suficiente coraje y paciencia para cambiar y cambiar el estilo de vida que te trajo a este callejón sin salida en la vida. Entonces debes recoger de inmediato toda tu desesperación y dolor, tu pena y miedo y decirte a ti mismo en voz alta a voz en cuello: "¡DETENTE"!
Debes detenerte y menospreciar tu vida. Con calma, imparcialidad, evalúe la situación actual desde el exterior. Y ver con tu propio ejemplo y el ejemplo de los demás que ni las cosas caras, ni el respeto, ni la prosperidad, el trabajo, el orgullo, el deber, los viajes al exterior, la fama, el poder nunca han hecho feliz a nadie.
Tienes que dejar todo este oropel, toda esta búsqueda de ilusiones, y empezar a luchar con todas tus fuerzas para ser feliz. Crear las condiciones para que la vida se desarrolle y llegue a la felicidad en pequeños pasos. Y luego verá que muchos de los falsos ideales que ha estado persiguiendo toda su vida desaparecerán por sí solos. Y solo lo realmente importante permanecerá en tu vida.
Recuerda, el camino comienza con el primer paso, y que ahora estés roto, derrotado, cansado, en las cadenas de tus insoportables condiciones de vida y obligaciones. ¡Pero nunca olvides que sois grandes personas! ¡Y cada una de tus lágrimas y cada uno de tus alientos valen más que todos los tesoros del mundo!