Cada uno de nosotros tiene momentos en la vida en los que llega una "racha negra": todo se sale de control, cuando la vida parece injusta y aburrida. Cada uno a su manera sale de estos estados. Una de las formas de salir de los estados negativos que surgen durante la "franja negra" es una conversación confidencial con un psicólogo, psicoterapeuta o ser querido. Y ahora hablaremos sobre qué principios hay que seguir para que esta conversación nos salve de las experiencias negativas, nos ayude a mirarnos a nosotros mismos y a nuestros problemas de otra manera (ayudándonos así a solucionarlos) y al mismo tiempo. no sea una carga para la persona con la que hablaremos.
Los psicólogos experimentados crean específicamente condiciones en las que una persona (cliente) habla sobre sus sentimientos y experiencias. Y, lo más importante, no solo habla, sino que, por así decirlo, los revive y, por lo tanto, se libera. Hay una nueva mirada al problema y una nueva oportunidad para resolverlo. La creación de tales condiciones es bastante asequible para nosotros.
Pero antes de que aprendamos a crearlos nosotros mismos, hablemos de estas experiencias tan negativas que tanto nos obstaculizan.
Mucha gente conoce la regularidad del fluir de los estados emocionales, que se puede formular de la siguiente manera: cualquier estado emocional (positivo o negativo) pasa por su ciclo y se convierte en otra cosa, es decir, desaparece en la forma en que estaba originalmente..
¿Qué significa esto? Esto significa que ningún estado emocional nunca será eterno, que tarde o temprano tendrá que cambiar. Algunas experiencias siempre son reemplazadas por otras. En términos relativos, no puede estar irritado todo el tiempo. Simplemente no será posible.
El conocimiento de este patrón elimina preocupaciones y preocupaciones innecesarias. Sin embargo, aunque cualquier experiencia desaparecerá tarde o temprano, puede llevar mucho tiempo. Hay una forma de acelerar este proceso de manera significativa. Solo necesitas observar esta experiencia, sin interferir con su fluir, para experimentarla conscientemente.
Ningún sentimiento, incluso el más poderoso, puede dañarnos si lo experimentamos. Por ejemplo, si está enojado, no se apresure a ocultar este sentimiento en lo más profundo de sí mismo ni a arrojarlo sobre los demás. Defínalo (reflexione sobre qué tipo de enojo es, a quién, cuándo apareció), obsérvelo, siéntalo, déjelo ser. Y no puede evitar desaparecer.
De hecho, tales condiciones son creadas por un psicoterapeuta para facilitarle las cosas a una persona.
Solo tenemos que aprender a crear esas condiciones en la vida nosotros mismos.
Señalamos de inmediato que no todos los amigos o compañeros podrán ayudarnos, sino solo aquel para quien no será una carga psicológica grave escucharnos con nuestros problemas. Debe ser una persona que no se tome demasiado en serio nuestros problemas y que, al mismo tiempo, nos trate bien y sea capaz de simpatizar con nosotros al menos en pequeña medida. Es bueno si se trata de una persona cercana que nos comprenda. De hecho, no se requiere nada de esta persona más que la capacidad de escucharnos pacientemente.
Y ahora, de hecho, lo que hay que hacer:
1. Pregúntele a su amigo por algún tiempo.
2. Si su amigo está listo para ayudarlo, dígame qué significa esta situación desagradable para usted (por ejemplo, si tiene ciertas dificultades en algún área de su vida, entonces diga: “Tengo una dificultad … y Quiero resolverlo”).
3. Cuéntenos sobre la esencia de la situación. Puede utilizar una lista de muestra de preguntas a las que responderá.
- ¿Qué pasó (¿Cuándo ?, ¿Dónde?)
- ¿Cuál es su actitud ante la situación?
- ¿Por qué es tan importante para ti?
- ¿Qué papel jugaron otras personas en él?
- ¿Cómo ve el desarrollo de los eventos?
- ¿Qué puedes hacer para encontrar una solución?
4. Mientras narra, hable sobre sus sentimientos sobre los eventos que está dispuesto a contarle a la persona (por ejemplo, "… me enojó" o "… este giro de los acontecimientos causó alegría"). Es lo más importante. Hablando de sentimientos, neutralizas la carga negativa que llevaban en sí mismos.
5. Termine con una discusión sobre las formas de salir de su situación problemática. Al hablar sobre el problema, ha despejado espacio para tomar las decisiones correctas.
6. Agradezca a su amigo. ¡Eso es todo!
Proceda con mucho cuidado y dosifique el tiempo de tal trabajo. No es necesario intentar resolver todos los problemas de una sola vez. Tenga cuidado con los sentimientos fuertes y recuerde que ningún sentimiento puede herirlo si lo vive. Solo debes tener cuidado y ser paciente aquí. Y una advertencia más: su amigo, a diferencia de los profesionales, no está preparado para ese trabajo, por lo que la responsabilidad del progreso del trabajo recae en usted. Si sientes que esta situación es incómoda para tu amigo, entonces llega al punto lógico y finaliza el proceso.
Sin embargo, aquí tampoco hay nada que temer. El método que aquí se propone se ha utilizado de una forma u otra a lo largo de la historia de la humanidad. Desde la antigüedad, las personas han quitado y están quitando la carga de sus almas, compartiendo sus experiencias.