La depresión solo puede tratarse mediante un tratamiento complejo, cuyo elemento más importante es la psicoterapia. Uno de los métodos eficaces de psicoterapia es la hipnosis, que no se ha estudiado previamente en el contexto de la atención psiquiátrica de una persona con trastornos depresivos.
La viabilidad de la hipnosis para la depresión
La peculiaridad de los estados depresivos es que una persona, incluso comprendiendo y dándose cuenta de su problema, no puede resolverlo. Cuando conscientemente trata de suprimir los pensamientos y sentimientos negativos, el cerebro percibe esto solo como una confirmación de la depresión. Cuando un paciente piensa en cómo superar una enfermedad, piensa en la enfermedad y no en la recuperación, lo que le impide recuperarse. Es difícil concentrarse en algo positivo, interesante e inspirador durante la depresión.
Aquí se vuelve indispensable el tratamiento de la depresión con hipnosis. Todos los pensamientos positivos, nuevos hábitos, actitudes y peculiaridades de la percepción de la realidad penetran inmediatamente en el subconsciente, por lo que la conciencia comienza a actuar de manera positiva. Lo único que necesita el paciente con este tratamiento es una buena imaginación, que creará imágenes alegres de un futuro positivo.
Efectividad del método
En determinados casos, los psicoterapeutas consideran el tratamiento de la depresión con hipnosis como la única forma posible de ayudar a una persona, pues en ocasiones solo gracias a las técnicas de trance es posible cambiar la percepción de la realidad y las actitudes negativas existentes. El tratamiento de la depresión con hipnosis ayuda a restaurar el interés por la vida, eliminar los pensamientos obsesivos sombríos, aliviar los sentimientos de pesadez y otras sensaciones somáticas negativas. Gracias a las técnicas de trance, una persona logra la paz interior y recibe una carga de energía.
A menudo, después de las sesiones hipnóticas, una persona no se da cuenta exactamente de cómo la hipnosis le ayudó a cambiar sus propios pensamientos, ya que la mente durante un trance no percibe el proceso de curación. Sin embargo, una persona logra lo principal: la recuperación, cambiando el patrón pasado de pensamiento y comportamiento.
Existe la creencia generalizada de que la hipnosis puede ser perjudicial para la salud mental precisamente porque la mente del paciente no está controlada de ninguna manera. Los científicos han demostrado que la psique humana se autorregula durante un trance terapéutico y, por lo tanto, no hay peligro para la salud mental del paciente.
La esencia del tratamiento
Para tratar la depresión con hipnosis, los psicoterapeutas o hipnólogos utilizan diferentes estrategias, pero las etapas del trabajo suelen ser las mismas. Es importante tanto para el médico como para el paciente contar con cada una de las etapas para establecer contacto y adaptarse a las condiciones propuestas.
Primero, necesita crear un ambiente acogedor y tranquilo. Además, el médico debe centrar la atención del paciente antes de introducirlo directamente en un trance. Aquí, las tácticas pueden ser muy diferentes según el tipo de percepción del paciente (auditiva, visual, cinestésica o discreta). Luego de entrar en trance, comienza la sugerencia terapéutica, durante la cual el psicoterapeuta pronuncia las frases necesarias en un caso particular, creando actitudes positivas en el subconsciente de una persona. A continuación, se saca al paciente del trance y se lo devuelve a la realidad.
Después de varias sesiones con un psicoterapeuta competente, una persona desarrolla un patrón de comportamiento diferente en situaciones difíciles y una actitud diferente hacia el mundo. La convalecencia generalmente significa deshacerse del estado de ánimo pesimista por completo.
