Los sentimientos se pueden dividir en constructivos y destructivos. Estos últimos incluyen resentimiento, celos, envidia, odio, indiferencia, ira, orgullo y culpa. El odio es el más fuerte de todos. Destruye la personalidad por varias razones.
Instrucciones
Paso 1
Efecto boomerang. Cualquier emoción negativa dirigida a la otra persona tendrá una reacción violenta. Las acciones de naturaleza negativa son idénticas a la tercera ley de Newton. Si comete el mal, devolverá el doble. Hablamos tanto de pensamientos como de acciones, ya que los pensamientos también son materiales.
Paso 2
Enfermedades El odio destruye a una persona no solo moralmente, sino también físicamente. Las emociones negativas, según los expertos, pueden debilitar el sistema inmunológico. Las infecciones virales atacan rápidamente el cuerpo, cegado por el odio. A menudo, una persona pierde el apetito y siente debilidad general, centrándose en los aspectos negativos.
Paso 3
Deténgase en mejora. El odio es destructivo ya que conduce a la degradación de la personalidad. Una persona se obsesiona con su ira, se obsesiona con ella. Esto afecta su capacidad para desarrollarse. La superación personal pasa a un segundo plano. Los intereses se vuelven unilaterales. La irritabilidad se acumula en el interior cada vez más.
Paso 4
Venganza y falta de autocontrol. El odio no solo conduce a la autodestrucción desde adentro. Se refiere principalmente al objeto de la ira. Se le pueden dirigir acciones de naturaleza criminal. La mayoría de los asesinatos se deben a una ira incontrolable. La persona decide vengarse del agresor, pero esto va demasiado lejos. Habiendo entrado en un estado de pasión, el vengador ya no puede detener ni regular la fuerza de la acción.
Paso 5
Socialidad. El odio se vuelve destructivo para la comunicación social. Una persona se cierra sobre sí misma, no encuentra una respuesta de sus seres queridos que no comprenden su obsesión por el delincuente. El odio crece y se extiende a todos los que nos rodean. Según los psicólogos, este es el mecanismo estándar para la aparición de problemas mentales graves.