Según las estadísticas de la policía de tránsito, en 2013 el número de conductores que abandonaron el lugar del accidente aumentó significativamente. Cada vez más, las mujeres conductoras se esconden después de los accidentes. La razón de esto es el shock que sufre el infractor.
El transporte en automóvil ha sido durante mucho tiempo un medio de transporte necesario y una fuente de estrés constante tanto para los peatones como para los conductores. Los conflictos viales se caracterizan cada vez más por la crueldad cínica, la rudeza y, lamentablemente, la irresponsabilidad de la parte culpable.
Recientemente, ha habido constantes noticias sobre conductores que huyeron del lugar de los accidentes, personas abandonadas que resultaron heridas por su culpa sin ayuda. ¿Qué saca al conductor del lugar de la tragedia, qué le hace condenar a muerte a las víctimas?
Los conductores experimentan conmoción, miedo y culpa
Según los psicólogos en ejercicio, son estas emociones y sentimientos los que inducen a la mayoría de los conductores a abandonar la escena de sus accidentes de tráfico. El impacto de lo sucedido resulta ser tan fuerte que los mecanismos de autodefensa se activan en la psique.
El cerebro simplemente se niega a percibir lo sucedido como un hecho, ignora la realidad, para que una persona no sea aplastada por el impacto más fuerte, especialmente si la gente ha sufrido o muerto por culpa del conductor.
Desde fuera, a menudo parece indiferencia o crueldad. Pero en realidad hay pocas personas capaces de matar silenciosamente. El conductor culpable experimenta un fuerte sentimiento de culpa, mezclado con miedo, no cree lo que le pasó.
A una persona le parece que si continúa, todo lo que sucedió se convertirá en un incidente ordinario en el que alguien más tiene la culpa, y él no tiene nada que ver con eso. La conciencia llega mucho más tarde, cuando el conductor ya es capaz de aceptar lo sucedido y asumir la responsabilidad.
Los psicólogos y policías de tránsito afirman que los conductores culpables de accidentes se comportan de manera diferente. Alguien se detiene y ayuda. Alguien se esconde y espera que lo atrapen y lo castiguen. Desafortunadamente, hay quienes esperan evitar el castigo incluso después de darse cuenta de la tragedia.
Los conductores esperan eludir la responsabilidad
El motivo principal del conductor, que intenta evitar la responsabilidad por lesiones o muerte de personas, es el instinto de conservación. Busca salvarse a sí mismo como un ser querido, hacer todo para que la vida siga igual que antes.
El miedo fuerte al tribunal, la prisión y la censura de la sociedad obliga a una persona a esconderse o buscar evitar el castigo de todas las formas posibles. Estas personas se preocupan poco por las víctimas y, por regla general, tratan de no pensar.
Pero la psique humana está organizada de tal manera que tarde o temprano la conciencia comienza a recordar lo perfecto, ya sea conscientemente o por problemas y enfermedades. Entonces, incluso un automovilista que escapó de un castigo rápido definitivamente lo encontrará en algún giro de su propia vida.