Sucede que la sensación de alegría se apaga como un relámpago, sin tener tiempo de estallar. A veces realmente quieres prolongarlo hasta que te sientes eufórico. Para hacer que la vida juegue con colores brillantes y que las emociones fuertes nunca se agoten, busque fuentes de optimismo a su alrededor. A veces se esconden en las cosas más simples y comunes.
Instrucciones
Paso 1
Esfuércese por tener éxito. Fíjese los objetivos deseados, consígalos con trabajo duro. El camino hacia la cima puede ser espinoso, pero la embriagadora sensación de victoria es incomparable con cualquier cosa. Solo sabiéndolo, comprenderás cuál es la recompensa deseada y qué alegría da.
Paso 2
Permítete ser un niño. Se cree que un adulto está acostumbrado a reprimir los deseos de los niños de montar en carrusel o comer helado hasta los huesos. ¡Pero en vano! Es en la niñez que la gente aprende a disfrutar de la "fiesta de la desobediencia". Olvídese de los problemas por un tiempo y organice unas divertidas vacaciones: la alegría está garantizada.
Paso 3
Hazte no solo los regalos planeados, sino también los que pide el alma. Si hace tiempo que desea colgar un cuadro en tonos naranjas en la pared, hágalo, desdeñando las últimas tendencias en diseño de interiores. Ir más allá de los estereotipos evoca las emociones más positivas.
Paso 4
¡Enamorarse! La euforia es similar a este maravilloso sentimiento. Cuando una persona está enamorada, está constantemente de buen humor y no teme ningún problema en la vida. No tengas miedo de dar tu calidez, te volverá cien veces más, multiplicando las emociones positivas.
Paso 5
Ayude a otras personas a encontrar la felicidad, apoye a los débiles así, sin esperar gratitud. Lleve la pesada bolsa de la anciana a la entrada, cuide a la pequeña hija de un amigo enfermo, participe en la construcción del templo; en una palabra, no pierda la oportunidad de ser útil. La sensación de ser necesitado es similar a la sensación de volar.
Paso 6
La euforia es un deleite que da sensación de plenitud de vida. Sea más amable, no escatime en elogios, cultive en sí mismo un sentido de actitud reverente hacia la belleza que lo rodea. Entonces, incluso los fenómenos más simples (la primera nevada, un suave rayo de sol, la caída de las hojas en otoño) evocarán una respuesta increíblemente fuerte y vívida en su alma.