Hay muchas formas diferentes de conocer el mundo que lo rodea y sistemas de puntos de vista sobre ciertos eventos y procesos. La visión filosófica del mundo se considera una de las opciones más reflexivas y tranquilas para percibir la realidad, pero aprender a mirar la vida de esta manera puede resultar complicado.
Instrucciones
Paso 1
La filosofía debe entenderse no como un sistema de conocimiento, sino como una actitud hacia el mundo. El objetivo de la filosofía es la claridad de conciencia, no una idea de la estructura del mundo. Se puede decir que el objetivo de la filosofía es la filosofía misma. La reflexión y la contemplación es la liberación de uno mismo del marco y las ideas habituales sobre uno mismo, lo cual es necesario para encontrar posibilidades ocultas en uno mismo.
Paso 2
Cualquier filósofo se da cuenta de la insuficiencia de sus conocimientos y de los medios limitados, pero, sin embargo, considera que es su deber pensar en las circunstancias propuestas. De hecho, la actitud filosófica ante la vida se limita a la siguiente posición: "Desde que llegué a este mundo, debo entenderlo y vivir en él". La vanidad, la envidia, la codicia y otras emociones negativas distorsionan la imagen ideal de la realidad que observa el filósofo. Es decir, deshacerse de estos vicios es uno de los objetivos de una actitud filosófica ante la vida.
Paso 3
Enseñar un enfoque filosófico de la vida es casi imposible. O tiene los requisitos previos para esto o no los tiene. Los filósofos creen que una sobreabundancia de emociones, deseos e incluso acciones afecta la imagen percibida del mundo, por lo que intentan percibirlo a través del prisma de la conciencia, no de los sentimientos. Pero al mismo tiempo, no abandonan por completo las emociones, simplemente las empujan un poco hacia un lado. Para aprender esto, trate de evaluar cada evento desde el punto de vista de la mente, vea las posibilidades inherentes al mismo, observe cómo afecta su vida.
Paso 4
Una actitud filosófica hacia la vida desde el exterior puede parecer demasiado apática, completamente desinteresada, pero no es así. El filósofo siempre observa el mundo con curiosidad, pero no siempre se permite actuar. Es muy importante aprender a dar por sentado todo lo que sucede, como objeto de observación y estudio, evitando reacciones emocionales excesivas y valoraciones que aún no conducen a nada bueno. Para ello, puedes intentar percibir tu vida como una película en la que eres actor y director. Esto le permitirá eliminar la redundancia de reacciones emocionales, para priorizar correctamente en su vida.
Paso 5
El filósofo puede dividir todos los acontecimientos de la vida en dos grupos. Puede influir en el primero, pero no en el segundo. Si no hay forma de influir en el evento, el filósofo no lo hará, decidiendo seguir siendo un observador. Esto elimina la vanidad y las acciones sin sentido de su vida, haciéndola más mesurada y tranquila.