Es fácil hacer una buena acción una vez. Es mucho más difícil ser siempre amable, a pesar de las intrigas que el mundo que te rodea está construyendo para ti. Es posible comprender esta ciencia hasta una edad avanzada, sin llegar a la perfección.
Instrucciones
Paso 1
Despierta de buen humor por la mañana. Una de las principales condiciones para un buen estado de ánimo por la mañana es un sueño profundo. Entrénate para ir a la cama y despertarte al mismo tiempo, y luego dormirás lo suficiente mucho más rápido y te sentirás mejor.
Paso 2
Una persona amable es sencilla y desinteresada. Si le has hecho un favor a alguien, no debes actuar como si tu amigo no fuera capaz de nada sin tu ayuda. Un error de su parte será un recordatorio constante del servicio, solicitudes para hacer algo a cambio. En la antigüedad, los japoneses aceptaban que un samurái que salvó la vida de alguien se convierte en su esclavo en agradecimiento por haberle permitido prestar ese servicio. Considere esta tradición.
Paso 3
Aprenda a escuchar. Cuando un amigo habla de sus problemas, es posible que desee correr de inmediato a algún lado y hacer algo para ayudar. Sin embargo, tal vez la persona solo quiera hablar. Si escucha atentamente a la persona, le resultará más fácil.
Paso 4
Ser trabajador. Es fácil repartir dinero con una mano generosa y ayudar a un vecino a sentarse con un niño cuando eres un holgazán, apoyado por familiares. Pero tu acto significará mucho más si comprendes el valor del dinero ganado y el tiempo libre que das voluntariamente por el bien de los demás.
Paso 5
Aprenda a controlarse. Es difícil ser amable cuando te han pisado en un tranvía, te has puesto desagradable en una tienda y te han pillado la mano en la puerta. Sin embargo, no te enfurezcas con los demás. Cuente hasta diez, recite mentalmente su poema favorito y, cuando la ira retroceda, exprese su disgusto en la forma correcta al ofensor.