Es difícil saber de inmediato qué es realmente la intuición. Es importante averiguar primero qué es y solo entonces decidir si vale la pena atribuirlo a algo extrasensorial oa ficciones ordinarias.
La intuición es una sensación indescriptible cuando la información se percibe sin depender de los conocimientos y experiencias existentes, así como sin la participación de los sentidos. Durante mucho tiempo se consideró una invención de charlatanes que se hacían pasar por videntes y personas con habilidades sobrenaturales. La intuición a menudo se llama sexto sentido, porque le permite percibir la realidad en forma de sensaciones inusuales en el cuerpo o símbolos especiales. Tejido en un solo todo, todo esto forma una imagen coherente. Actualmente, los científicos argumentan que tal fenómeno realmente ocurre. Neurocientíficos de Suecia, investigadores de la Universidad de Tel Aviv y muchos otros han llegado a esta conclusión más de una vez. Sin embargo, este no es en absoluto el llamado "tercer ojo" y ciertamente no es el sexto sentido. La intuición es un proceso del que es responsable el cerebro, a saber, su glándula pineal. Este último influye en el desarrollo activo de la corteza, que a su vez contribuye al desarrollo de la inteligencia y la agudización de todos los sentidos. En las mujeres, esta parte del cerebro está organizada de una manera ligeramente diferente a la de los hombres y puede evocar un sentimiento intuitivo mucho más fuerte. No en vano se destaca un concepto como la intuición femenina. La intuición puede desarrollarse en función de la actividad profesional de una persona. Por ejemplo, un comerciante o empresario puede eventualmente comenzar a percibir algo de manera instintiva. Un inversor profesional capta instantáneamente la situación del mercado y en el último momento invierte sus fondos en un proyecto verdaderamente rentable. En otros casos, comienza a sentir cómo cambiará la situación del mercado en los próximos días y logra reaccionar de manera efectiva ante esto. Los estudios muestran que el cerebro de la persona moderna está organizado de una manera ligeramente diferente a la de los siglos pasados. Actualmente, toda la información percibida se somete a un análisis cuidadoso. Por tanto, podemos decir que hoy, en lugar de la intuición, se utiliza la inteligencia y la previsión lógica de situaciones. Sin embargo, cualquier persona puede desarrollar un sentimiento intuitivo si aprende a mirar las cosas a su alrededor más profundamente, tratando de notar lo que es imperceptible para los demás.