En la vida, a menudo hay situaciones en las que todo va como un reloj, cuando ocurren exactamente esos eventos que deseas y esperas, cuando eres lo más eficiente posible, enérgico, cuando todo sale bien, las cosas van bien … Es este estado eso se llama flujo.
También sucede lo contrario: te esfuerzas, superas, gastas mucha energía y los resultados son lamentablemente pequeños. Esto significa que no estás en el flujo y es hora de que encuentres tu estado de flujo.
Un flujo es un estado en el que una persona está completamente involucrada en lo que estamos haciendo. Está tan involucrado en sus actividades que incluso "nos olvidamos de nosotros mismos". En un estado de flujo, la atención de una persona está 100% dirigida al trabajo, logra con éxito las tareas asignadas, hace lo correcto y todas las decisiones se toman fácil y correctamente.
En un estado de fluidez, la sensación de uno mismo y del tiempo desaparece, y solo hay una sensación de elevación increíble: emocional, física y espiritual.
La meditación ayudará a entrenar esta habilidad.
Ejercicio para lograr el estado de flujo:
- Sientate derecho.
- Cierra los ojos y presta atención a tu respiración. Sienta cada inhalación y exhalación.
- Observe cómo el pecho se eleva al inhalar y desciende al exhalar. Observe los movimientos del pecho a lo largo de la meditación.
- Si le vienen a la mente pensamientos extraños, simplemente observe que está distraído y vuelva suavemente a observar la respiración.
Haga este ejercicio diariamente durante 10 a 20 minutos, o varias veces al día.
La meditación debe convertirse en parte de tu vida y debes practicarla a diario. De esta forma, aprenderás a enfocar tu atención y lograr un estado de fluidez.