Una persona sana no solo no tiene enfermedades, sino que también está en armonía consigo misma. Es equilibrado, no sufre de depresión, convulsiones histéricas y otros trastornos. El diagnóstico oportuno de un estado psicológico es tan importante como cualquier otro.
Instrucciones
Paso 1
Concierte una cita con un terapeuta y solicite una derivación para un electroencefalograma del cerebro y la respuesta galvánica de la piel. Estos indicadores psicofisiológicos están directamente relacionados con el estado de la psique en un momento determinado. Mida su frecuencia cardíaca y respiración por su cuenta o con la ayuda de un terapeuta. Estos números y su cumplimiento de las normas te permitirán comprender lo relajado que estás o, por el contrario, ansioso, preocupado y tenso.
Paso 2
Conéctese a Internet y realice 10 pruebas en línea sobre el tema del estado psicológico, la depresión y los trastornos mentales. Elija pruebas no entretenidas, pero serias publicadas en sitios especializados.
Paso 3
Responde a las preguntas de la edición completa o abreviada de la prueba de color Luscher. Elija los colores que le gusten sin estar asociado con objetos o asociaciones específicas. En este caso, la elección subconsciente de ciertos colores te dirá después de la interpretación de los resultados de la prueba sobre tu verdadero estado psicológico, y al mismo tiempo te permitirá hacer un análisis profundo y versátil de tu personalidad.
Paso 4
Responda las preguntas de la prueba de Eysenck, que está dedicada exclusivamente a cómo usted mismo evalúa su estado mental en un momento dado. Lea las descripciones de las condiciones y marque las que coincidan con su condición lo más cerca posible. Esta prueba lo ayudará a prepararse para su cita con un consejero y describirá mejor lo que le está sucediendo y cómo se siente.
Paso 5
Concierte una cita con un psicólogo y, con su ayuda profesional, averigüe si tiene algún problema de salud mental. Piense si tiene cambios de humor, depresión, con qué frecuencia se irrita y llora, si tiene confianza y no se pone nervioso por las nimiedades. Habla con un consejero sin ocultar tus miedos, preocupaciones o dudas. Al contar lo que te preocupa en el fondo, le das al psicólogo una evaluación del grado de ansiedad, confianza en ti mismo y armonía.