Los Golden Retrievers son amigos leales, favoritos de muchos criadores de perros y psicoterapeutas empáticos. Estos animales tienen un efecto positivo en la condición de personas con diversos tipos de enfermedades, incluido el autismo. El psicoterapeuta Boris Levinson a mediados del siglo pasado creó un método especial de tratamiento: canistoterapia (terapia con la ayuda de perros).
Las personas autistas experimentan dificultades en la comunicación, a veces incluso los padres no pueden encontrar un enfoque para los niños con ADA. El Golden Retriever ayudará a su pequeño dueño a volverse más sociable y resolver problemas sociales. En algunos países, organizaciones benéficas y agencias gubernamentales crían y capacitan perros perdigueros de oro específicamente para personas con problemas psicológicos y emocionales. El objetivo principal es criar un animal con alta inteligencia y carácter ideal.
Los expertos señalan que la comunicación con los perros desarrolla habilidades mentales y emocionales, ayuda a restaurar las funciones motoras, la orientación espacial y mejora las habilidades motoras, elimina la ansiedad, los miedos, la agresión, la tensión y la desconfianza. Los perros sacan al autista del espacio confinado interior, el animal es el principal motivador para volverse hacia el mundo exterior.
Hay muchos ejemplos en los que al principio los niños no reaccionaron ante un animal, luego comenzaron a mostrar interés en él y aprendieron a comunicarse no solo con un amigo de cuatro patas, sino también con las personas. Después de unos meses de comunicación con el Golden Retriever, la persona autista se vuelve más sociable, tratando de superar las dificultades de socialización.
Desafortunadamente, no todos los Golden Retrievers son adecuados para ayudar a los niños autistas. Para encontrar un amigo de cuatro patas para su hijo, los padres deben considerar que el animal debe ser tolerante, tranquilo y bien entrenado. Además, no se puede conseguir un perro si los niños tienen fobias dirigidas a los animales, exacerbaciones crónicas, alergias al pelo de perro, infecciones y enfermedades respiratorias.
